Estilos de Aprendizaje en los niños
Los estilos de aprendizaje en los niños son las formas preferidas en las que procesan la información que reciben y aprenden mejor. Los niños pueden mostrar preferencia hacia uno o varios de los siguientes estilos:
Estilo Visual
Los niños visuales tienden a aprender mejor cuando se les presenta la información a través de imágenes, dibujos, fotografías o gráficos, es decir, prefieren la información representada de forma visual para comprenderla mejor.
Estos niños suelen tener buena memoria visual al recordar detalles específicos de lo que ven, como colores, formas, ubicaciones, y notar cosas que otros pasarían por alto. A menudo disfrutan de la lectura de libros ilustrados y prefieren tomar notas o dibujar para procesar información. A veces pueden tener dificultad para seguir instrucciones verbales largas, por lo que prefieren ver demostraciones visuales o diagramas para comprender la instrucción.
Estilo Auditivo
Los niños auditivos aprenden mejor a través del sonido y del habla, es decir, que aprenden mejor cuando se les presenta la información de forma verbal, como a través de cuentos, canciones y explicaciones verbales.
Estos niños suelen tener buena memoria para recordar lo que escuchan, incluyendo palabras, tonos y ritmos. A menudo disfrutan de la lectura en voz alta y pueden comprender mejor la información cuando se les lee o leen en voz alta. Tienden a ser buenos oyentes y pueden prestar atención a las conversaciones y explicaciones verbales durante periodos prolongados. Pueden tener una respuesta emocional especial hacia la música y los sonidos, pero a veces, pueden tener dificultad para seguir instrucciones que se presentan de forma visual, por lo que prefieren explicaciones verbales.
Estilo Kinestésico
Los niños kinestésicos aprenden mejor a través de la experiencia práctica, la actividad física y la manipulación de objetos. Prefieren aprender a través del movimiento y la interacción física con su entorno. Les gusta realizar experimentos, participar en actividades deportivas, construir cosas con sus manos y realizar simulaciones. Disfrutan de actividades que implican movimientos corporales, como saltar, correr, trepar y manipular objetos.
Tienden a aprender mejor cuando pueden aplicar lo que están aprendiendo en situaciones reales o a través de la experimentación directa, y como suelen sentir la necesidad de moverse, de estar activos, pueden tener dificultad para concentrarse o mantener la atención durante períodos prolongados si están sentados quietos. Ellos prefieren aprender mientras están en movimiento.
Identificar el estilo de aprendizaje en un niño pequeño puede requerir de observación cuidadosa y atención a ciertos indicadores. Aquí hay algunas formas de hacerlo:
- Observación del comportamiento: Observa cómo el niño responde naturalmente a diferentes actividades de aprendizaje. ¿Prefiere mirar imágenes y videos (visual)? ¿Disfruta escuchando cuentos y canciones (auditivo)? ¿Le gusta participar en actividades prácticas y manipular objetos (kinestésico)?
- Presta atención a las preferencias: Observa las preferencias del niño durante las actividades cotidianas. ¿Escoge libros para mirar (visual)? ¿Le gusta cantar y bailar (auditivo)? ¿Disfruta jugando con bloques o juguetes que requieren movimiento (kinestésico)?
- Atiende a sus respuestas: Pregunta al niño sobre sus preferencias. Puedes hacer preguntas simples como “¿Te gusta más ver imágenes o escuchar cuentos?” o “¿Te gusta dibujar y escribir o jugar con bloques?”.
- Respuestas emocionales: Observa las reacciones emocionales del niño durante diferentes actividades de aprendizaje. ¿Muestra más entusiasmo y compromiso durante ciertos tipos de actividades? Esto podría indicar su estilo de aprendizaje preferido.
- Experimentación: Ofrece una variedad de actividades de aprendizaje que abordan diferentes estilos. Observa cómo el niño se involucra y aprende en cada una. Esto puede ayudarte a identificar qué enfoques son más efectivos para él o ella.
Recuerda que los niños pueden tener preferencias y estilos de aprendizaje únicos. Es importante tener en cuenta que muchos niños pueden tener una combinación de estos estilos de aprendizaje, y es beneficioso proporcionar una variedad de actividades que aborden diferentes modalidades de aprendizaje para satisfacer sus necesidades individuales.
Algunos consejos
Para adaptar el aprendizaje a los diferentes estilos, considera las siguientes estrategias:
Para el Estilo Visual:
- Utiliza material visual como gráficos, diagramas y videos.
- Proporciona libros ilustrados y actividades de arte.
- Utiliza pizarras y presentaciones visuales durante las lecciones.
Para el Estilo Auditivo:
- Lee en voz alta cuentos, poemas y textos.
- Utiliza canciones y rimas para enseñar conceptos.
- Proporciona instrucciones verbales claras y concisas.
Para el Estilo Kinestésico:
- Fomenta la participación activa a través de juegos de roles, actividades físicas y experimentos prácticos.
- Proporciona manipulativos y materiales táctiles para que los niños exploren y experimenten.
- Permite pausas cortas para que los niños puedan moverse y estirarse durante el aprendizaje.
Al adaptar el aprendizaje a los diferentes estilos, es importante ofrecer una variedad de actividades que aborden las preferencias individuales de los niños.
Para evitar la monotonía dentro de un estilo de aprendizaje específico, puedes probar algunas de estas estrategias:
- Varía los materiales y recursos: Dentro del mismo estilo de aprendizaje, ofrece una variedad de materiales y recursos para mantener el interés del niño. Por ejemplo, si se está aprendiendo de manera visual, puedes utilizar libros ilustrados, videos educativos, gráficos y presentaciones visuales diferentes.
- Introduce nuevos enfoques: Aunque el niño tenga un estilo de aprendizaje preferido, es beneficioso exponerlo a diferentes enfoques. Por ejemplo, si un niño es principalmente kinestésico, aún podría beneficiarse de actividades visuales o auditivas para ampliar su experiencia de aprendizaje en otras áreas.
- Incorpora actividades multisensoriales: Diseña actividades que involucren múltiples sentidos. Por ejemplo, una lección sobre plantas podría incluir no sólo la observación visual de imágenes de plantas, sino también la experiencia táctil de tocar su hojas o semillas, y tal vez incluso apreciar el olor de las flores.
- Cambia el entorno de aprendizaje: A veces, cambiar el entorno puede ayudar a evitar la monotonía. Por ejemplo, si el niño normalmente aprende dentro de casa, podrías llevar la lección al aire libre o a un lugar diferente para ofrecer una experiencia nueva y estimulante.
Al mantener la variedad y la creatividad en las actividades de aprendizaje, puedes evitar que la monotonía se instale, incluso dentro de un estilo de aprendizaje específico.
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Sandra Liliana Cruz Ruiz